Un día fuimos a pasear por las montañas. Gozé mucho de este viaje y no me importaba mucho el peso de la mochila que tenía. ¡Que bello estar al lado de una hoguera o dormir en la tienda de campaña escuchando el susurro de árboles! Lástima que vivimos lejos de las Montañas de Crimea y tenemos que tomar un tren para llegar allá.
En el verano solemos encontrar sitios despoblados y abandonados y quedarnos ahí nadando y tomando baños de sol durante todo el día. Por desgracia tenemos que dejar este costumbre por la causa de contaminación del mar.
Cuando hace mal tiempo quedamos adentro de nuestra casa gozando de estar juntos. La mamá prepara algo especial; es un almuerzo de domingo. El papá lee, mira el televisor o trabaja en su despacho. La abuelita está sentada tejiendo o cosiendo algo. Yo voy a visitar a mis amigas o me quedo en casa también; leyendo, mirando el televisor o escuchando la musica. A veces salimos al cine o al teatro.
El domingo pasa y a veces me parece que hay mucho tiempo para otro fin de semana.